martes, 22 de junio de 2010

Más que un simple trancón !!!

Manejar en Bogotá no es una decisión fácil. Hay que disponer de tiempo porque el camino es largo, haber dormido bien para no discutir en cada trancón con el carro vecino. Llevar protector solar y una buena chaqueta porque en ese trayecto podrías pasar por todas las estaciones y lo más importante llevar buena música para no someterte a la repetitiva y tortuosa programación de la radio. Manejar en Bogotá se ha vuelto complicado, una solución para esto podría ser comprarse una moto, otra podría ser trasladar la oficina a tu casa o en casos desesperados ingresar a clases de yoga.
El yoga se ha convertido en una de las mejores alternativas de este siglo, cuerpo mente y espíritu, todo por el mismo precio, eso era solo para hacerlos reír; la verdad, es que a mí me encanta, te llena de salud y de buena vibra, te ayuda a mantener en equilibrio y como cantante pienso que es de gran ayuda.
La mayoría de la gente piensa que para cantar solo necesitas tener buena voz o en su defecto "dinero", pero la verdad es que no es tan fácil como parece; cualquier cosa que pase por tu mente o en tu interior se refleja a la hora de cantar. Y si hablamos técnicamente, una buena respiración es fundamental, todo esto te lo da el yoga. Pero bueno ¿En que momento salté de los trancones al yoga?... ha si, estaba diciendo que es una buena alternativa para sobrellevar la nueva enfermedad del milenio "el estrés" . Estrés ocasionado por muchas razones entre ellas los trancones, un antídoto puede ser ir en un trancón por la autopista y pensar en cosas positivas, la verdad yo he tratado. Cuando esta haciendo mucho sol, empiezo a imaginar que estoy en la playa, podemos situarnos en Cartagena por aquello de los vendedores ambulantes, pero claro soy conciente de que la situación esta cada vez más dura, es comprensible. El caso es que trato de imaginarme en la playa, poner algo de Jason Mraz, "Im yours" es perfecto, gracias a los vendedores podría tomarme alguna bebida refrescante y cuando todo parece estar perfecto, de repente empiezo a escuchar el tic tac del reloj, acto seguido escucho que suena mi teléfono celular, es mi jefe para preguntarme en donde estoy y en pocos segundos me doy cuenta que no existe el mar, que estoy escuchando la radio, que la bebida refrescante esta bastante caliente y que además de lo tarde que voy, sigo en el trancón. Pero bueno hay que mirar el lado positivo, por lo menos estuve en Cartagena jaja.

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